Función: La Nodriza, de Marco Belloccio



  • 2014-04-15

    Función: La Nodriza, de Marco Belloccio

    18:00 hs

Las escenas a las que hice referencia sirven para hablar de lo que la última película de Marco Bellocchio genera: disputa, miedo y desahogo. Bellocchio filma con rabia controlada, con una rabia política que el cine italiano ha sabido manifestar como ninguno, aunque hace ya demasiados años. Nanni Moretti ha sido durante muchos años el único heredero de esa tradición que consideraba el cine como campo de discusión, que filmaba películas para ciudadanos activos, que vociferaba sus opiniones a la par que, en el mejor de los casos, proponía un espectáculo artístico apasionado, lleno de emociones e ideas (visuales, sonoras y sociales). Mateo Garrone conGomorra, estrenada el año pasado, y Paolo Sorrentino con Il Divo, desmedida biografía de Giulio Andreotti nunca estrenada, son parte de una nueva generación que parece tomar la posta. Lo de Bellocchio es un caso aparte. Debutó a mediados de los 60 con I pugni in tasca y durante la última década ha filmado una gran película tras otra: La nodrizaLa hora de la religión (la sonrisa de mi madre)Buenos días noche, la que nos ocupa. En todas ellas, la pasión y su crítica se debaten hasta la locura y la muerte, que suelen ser los destinos de varios personajes suyos marcados por las turbulencias históricas del siglo XX.